Álvarez Pallete, Presidente Ejecutivo de Telefónica, en el Foro de Liderazgo de Exceltur decía que “son las personas las que dan sentido a la tecnología y no al revés”. Parto de esta afirmación para dar mi punto de vista sobre el papel que jugará la inteligencia artificial en el turismo.
Nos encontramos ante un momento muy complejo, no sabemos si habrá un “revolución” en el sector y se reformularán los modelos o en su caso se volverá a los productos y modelos tradicionales. Espero que no.
Posiblemente nos enfrentamos ante la crisis más grave de la historia reciente y que tiene en jaque a un sector que en el 2019 tuvo un impacto de 10,3% en el PIB Mundial y aportaba un empleo de cada diez hasta llegar a un total de 330 millones[1], según los datos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
Debemos considerar que nos encontramos ante una emergencia sanitaria y que debido a sus consecuencias (sobre la salud y la economía) el turismo no será una prioridad y mucho menos si no conseguimos generar confianza. Debemos ser cautos porque además posibles repuntes o errores en la desescalada puede frenar cualquier progreso. Decía Dimitrios Buhaly[2] “la única certeza es la incertidumbre”.
Es por ello que la tecnología y la ciencia de datos pueden ser armas poderosas para ayudar a reiniciar un nuevo modelo después de este “restart” o “reset” turístico. Al igual que está sirviendo de base para la lucha contra el COVID-19.
El 31 de diciembre de 2019 la compañía BlueDot especializada en inteligencia artificial avisó de que debían evitarse las zonas de peligro en Wuham, nueve días antes que el Centro de Control y Prevención de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud alertaran de la pandemia.
Combinar el uso inteligente del dato con la inteligencia artificial permite conocer la demanda. La inteligencia artificial puede cambiar la forma de acercarse a los destinos, considerando que antes de cualquier decisión realizamos más de 40 puntos de contacto aproximadamente. Pero no sólo es importarte la decisión por el lugar, también nos ayuda a conocer las preferencias, hábitos y necesidades generando una experiencia de usuario. Los datos son sólo un medio, no son un fin. Habrá que poner en uso la metodología Agile y el Ciclo de Deming que nos permite “ el aprendizaje- la acción (Do)- el testeo (Check) y la actuación”, para junto a los usuarios reconfigurar y diseñar la oferta pues “el día después” no será “volver al antes”.
Los datos y la transparencia serán fundamentales para crear el nuevo modelo.
Con esta crisis sanitaria el aprendizaje sobre la necesidad del usuario, los datos y la transparencia serán fundamentales para crear el nuevo modelo. Aunque exista un proceso de desescalada turística nadie puede garantizar la ocupación y habrá que poner en práctica la “sociología en el turismo” como afirmaba recientemente Mario Villar, Director de Inteligencia Turística de la Comunitat Valenciana.
La inteligencia artificial debe ser fundamental para conocer preferencias, ayudará a tomar decisiones en función de las diferentes tecnologías y servicios que se pongan al servicio de turista, como controles de temperaturas en los accesos, distanciamiento social, aplicaciones informativas, chatbots, ect.. En su conjunto, permitirán definir los nuevos patrones de conducta dentro de los establecimientos. Será fundamental convertir los datos en conocimiento mediante la analítica, los algoritmos y el machine learning que permitirán adaptarlo a los usuarios, predecir, detectar tendencias y planificar.
Es obvio que aquí sólo detectaremos necesidades, la empatía al lugar o algunas emociones, pero para la hospitalidad seguirá siendo fundamental seguir contando con los magníficos profesionales del sector turístico de España.
Autor del blog; 2TI #smartcity= Territorio+Tecnología+Inteligencia+Innovación
Francisco Morcillo
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[1] https://wttc.org/Research/Economic-Impact
[2] https://www.buhalis.com/
